Como familias hace unos años podíamos excusarnos en el “no sabíamos qué hacer”; “hicimos como mejor supimos”; “nadie nos enseñó”; “eran otros tiempos”; “no se sabía tanto como se sabe ahora”. Pero hoy en día no podemos refugiarnos en este tipo de frases para justificar que como padres desconocíamos maneras apropiadas de educar a nuestros hijos.
Actualmente existe cada vez un mayor número de conocimientos psicológicos, pedagógicos y neurocientíficos que nos enseñan las maneras más eficaces para criar a los niños para que en el futuro sean felices, responsables y estén preparados para la vida (tres de los deseos más escuchados en las familias).
El Thomas More acompañará a las familias en la mejor educación de sus hijos sin olvidar la importancia de la familia. Por ello, en este primer boletín que nace del taller para familias se muestran las dos primeras Key Skills para familias.
- El comportamiento no es todo
Cuando educas, deja marchar “el ruido de fondo” (emociones, sensaciones…) causado por tus malas experiencias pasadas y miedos futuros. Tampoco te presiones por qué dirán otras personas adultas ¡Tu hijo está aprendiendo! Para desarrollarse necesita tener experiencias, vivenciar emociones, límites, conflictos… ¡Ya llegará a adulto!
En lugar de centrarse sólo en el comportamiento, buscar lo que está detrás de las acciones. ¿Por qué mi hijo está actuando de esta manera? ¿Que está comunicando mi hijo?
Lo que uno dice es importante. Pero igual de importante, si no más importante, es cómo y cuándo lo dice.
- El comportamiento responde al cerebro
La mayoría de los desafíos de la maternidad y paternidad ocurren porque el cerebro del niño no está desarrollado ni integrado completamente (según las últimas investigaciones, éste se termina de desarrollar hasta pasados los 20 años). Por lo tanto, no es realista esperar que los niños sean siempre racionales, que controlen sus emociones, que piensen antes de actuar, que sean empáticos, etc. A continuación proponemos cinco estrategias que complementan el trabajo realizado en el taller de familias para afrontar conflictos y comportamientos:
1. Integrar los cerebros derecho e izquierdo.
2. Integrar el cerebro superior y el cerebro inferior.
3. Integrar la memoria.
4. Integrar las distintas partes de mí mismo.
5. Integrar el yo y el otro.
Cinco Estrategias basadas en la Neuro Educación
- Integrar los cerebros derecho e izquierdo: Ayuda a tus hijos a usar el cerebro izquierdo lógico y el cerebro derecho emocional como si fuera un equipo. ¿Cómo hacerlo?
· Conecta y redirige: Cuando tu hijo está disgustado, conecta primero emocionalmente (cerebro derecho con cerebro derecho). Después, cuando tu hijo ha recuperado el control y se muestra más receptivo, imparte las lecciones del cerebro izquierdo e impón disciplina.
· Ponle un nombre para domarlo: Cuando las intensas emociones del cerebro derecho están totalmente desbocadas, ayuda a tus hijos a contar la historia de lo que los ha alterado, para que su cerebro izquierdo pueda contribuir a dar sentido a su experiencia y para que ellos sientan que controlan. 2
- Integrar el cerebro superior y el cerebro inferior: Busca maneras de ayudar a construir el complejo cerebro superior, que está «en obras» durante la infancia y la adolescencia y del que puede «adueñarse» el cerebro inferior, sobre todo en situaciones de emociones intensas. ¿Cómo hacerlo?
· Activa, no enfurezcas: En situaciones de mucho estrés, activa el cerebro superior de tu hijo en lugar de incitar al cerebro inferior. No recurras de inmediato al recurso de «¡Porque yo lo digo!». En lugar de eso, haz preguntas, pide alternativas, incluso negocia.
· Úsalo o piérdelo: Ofrece muchas oportunidades para ejercitar el cerebro superior. Juega a juegos del tipo «¿Qué harías si…?» y procura no rescatar a los niños de las decisiones difíciles.
· Muévelo o piérdelo: Cuando un niño ha perdido el contacto con su cerebro superior, ayúdalo a recuperar el equilibrio haciéndole mover el cuerpo.
- Integrar la memoria: Ayuda a tus hijos a convertir los recuerdos implícitos en recuerdos explícitos, para que las experiencias del pasado no los afecten de manera debilitante. ¿Cómo hacerlo?
· Usa el control remoto de la mente: Cuando un niño es reacio a contar un acontecimiento doloroso, juega a que el mando a distancia interno le permita interrumpir, rebobinar y hacer avanzar una historia mientras la cuenta, y así puede controlar cuanto ve.
· Acuérdate de recordar: Ayuda a tus hijos a ejercitar la memoria ofreciéndoles muchas oportunidades de practicar el recuerdo de acontecimientos importantes: en el carro, en el almuerzo, donde sea.
- Integrar las distintas partes de mí mismo: Cuando tus hijos se quedan atascados en un punto determinado del borde de su rueda de la conciencia, ayúdalos a elegir dónde van a fijar la atención para poder controlar más cómo se sienten. ¿Cómo hacerlo?
· Deja pasar las nubes de la emoción: Recuerda a los niños que los sentimientos vienen y se van; son estados pasajeros, no rasgos duraderos.
· Separa: Ayuda a tus hijos a prestar atención a las sensaciones, las imágenes, los sentimientos y los pensamientos que hay en su interior.
· Ejercita la visión de la mente: El ejercicio de la visión de la mente enseña a los niños a tranquilizarse y a fijar la atención en lo que quieren.
- Integrar el yo y el otro: Busca maneras de sacar partido a la aptitud innata del cerebro para la interacción social. Crea modelos mentales positivos de relaciones. ¿Cómo hacerlo?
· Pasarlo bien: Fomenta la diversión en la familia, para que tus hijos gocen de experiencias positivas y satisfactorias con las personas con las que están más tiempo.
· Conecta a través del conflicto: En lugar de ser un obstáculo que debe evitarse, considera el conflicto una oportunidad de enseñar a tus hijos aptitudes esenciales para relacionarse, como ver las cosas desde la perspectiva de los demás, interpretar señales no verbales y hacer las paces.
Referencias: Carneros Revuelta, S. (2015). “Renovación Educativa: Propuesta urgente, real y práctica” Madrid: RIE. v Siegel, D. J. y Payne Bryson, T. (2017). El cerebro del niño: 12 estrategias revolucionarias para cultivar la mente en desarrollo de tu hijo. Alba