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Key Skills para familias: ¿Qué hay detrás del “mal” comportamiento? Metas erróneas (Taller 8)

 Rabietas, gritos, reclamo de atención, faltas de respeto, indiferencia, falta de colaboración… son algunos de los comportamientos que a veces sufrimos en nuestros hogares por parte de nuestros hijos e hijas. Son conductas que nos preocupan y que nos gustaría que no se dieran. Pero, ¿qué pasaría si la mayoría de estos comportamientos no fueran lo que parecen? ¿Si existiera un mensaje oculto detrás del mal comportamiento del niño/a?

 Lo que nosotros observamos (el “mal” comportamiento) sólo es la punta del iceberg. Si queremos evitar este comportamiento de manera real, tenemos que entender el por qué. Tenemos por tanto que descifrar el mensaje oculto del comportamiento más que actuar sobre la conducta en sí misma.

El humano es un ser eminentemente social, gregario, por lo que la meta última de su comportamiento suele ser obtener un sentimiento de “pertenencia e importancia”. Por tanto la mayoría de conductas humanas, tienen por objetivo último hacer que el individuo se sienta perteneciente al grupo (familia, escuela, equipo de fútbol, grupo de amigos…).

El niño o niña (desde que nace) está tomando decisiones en base al sentimiento de pertenencia e importancia (qué hacer o no para lograrlo). El “problema” reside en que los niños son maravillosos observadores de lo que pasa a su alrededor pero no tan buenos interpretadores de esta realidad y a menudo generan creencias erróneas que lleva a “malos” comportamientos. Es decir, el “mal” comportamiento sólo se debe a una creencia equivocada de cómo lograr conectar con otras personas o sentirse importante o querido.

En el octavo taller de familias abordamos el tema del mal comportamiento y su relación con las cuatro metas erróneas o “malos” comportamientos” más habituales. En este boletín profundizaremos y revisaremos las Key Skills necesarias para abordar las metas erróneas.

  1. ATENCIÓN INDEBIDA

 Se trata de aquellas conductas donde el niño o la niña llama la atención de manera contante y de cualquier manera. ¿Qué le ocurre? El niño tiene la creencia errónea de que sólo es importante cuando tiene atención constante, cuando los otros le notan. ¿Qué necesita? Lo que necesita es que le incluyamos de tal forma que se sienta útil. ¿Qué podemos hacer?

 · Escuche lo que le cuenta con atención.

· Tiempo especial sólo para él. Pacte con él el momento elegido.

 · Ignore la conducta pero nunca al niño ni a sus emociones.

· Mírele mientras le habla, sorpréndase.

 · Enséñele a hacer las cosas por sí mismo.

· Redireccione su conducta involucrando al niño/a en una tarea útil. Piense en qué puede ayudarle y propóngaselo.

 · Establezca rutinas

  • PODER

Se trata de aquellas conductas donde el niño o niña es desafiante y se niega a hacer lo que se le pide.

¿Qué le ocurre?

El niño/a tiene la creencia errónea de que sólo es importante cuando está al mando (o cuando le quita el poder al padre o a la madre).

¿Qué necesita?

Lo que necesita es que le dejemos ayudar, que le demos opciones.

 ¿Qué podemos hacer?

 · Redirija el poder positivo pidiendo colaboración.

 · Reconozca que no puede obligar al niño/a y pida su ayuda.

 · No pelee, ni entre en luchas de poder, ni ceda.

 · Decida lo que hará, deje que las rutinas manden.

 · Ofrezca opciones limitadas.

· Pida ayuda al niño para establecer límites razonables.

· Lleve a cabo lo acordado de antemano. No hable y actúe.

· Retírese del conflicto (salga y cálmese).

· Pida ayuda (dígale que no puede obligarle pero que le encantaría contar con él/ella y con su colaboración)

  • VENGANZA

Se trata de aquellas conductas donde el niño o niña es destructivo/a o autodestructivo/a, agresivo/a, hiriente, grosero/a, vengativo/a.

¿Qué le ocurre?

 El niño o niña tiene la creencia errónea de que no es importante para nadie. Piensa que le han hecho daño, así que él/ella hará lo mismo. Cree que nadie puede quererle ni él/ella puede agradar a nadie.

 ¿Qué necesita?

 Lo que necesita es ser reconocido/a y validar sus sentimientos.

¿Qué podemos hacer?

· Valide sus emociones (Ejemplo: “tu conducta me dice que te sientes dolido ¿podemos hablar de ello?”)

· Evite castigos y represalias.

 · Fomente la confianza.

· Comparta cómo se siente usted.

 · Escuche con atención.

· Demuestre su cariño. Sea cariñoso. Abrácele, bésele. Dígale lo mucho que le quiere y que le querrá siempre pase lo que pase.

 · Resalte positivamente lo que el niño o niña hace bien. Aliente sus fortalezas.

 · Retírele del conflicto (salga y cálmese).

 · Pida perdón si ha cometido un error.

  • INEPTITUD ASUMIDA

 Se trata de aquellas conductas donde el niño o niña se muestra como ausente, indiferente, pesimista y desesperanzado e inútil, no hace nada, ha asumido que no puede.

¿Qué le ocurre?

El niño/a tiene la creencia errónea de que es imposible que le importe a alguien, no es suficiente, es inferior a los demás. Piensa que no lo hará bien.” ¿Para qué intentarlo?”

¿Qué necesita?

Lo que necesita es que no se rindan, que le enseñen paso a paso.

 ¿Qué podemos hacer?

 · Ofrézcale pequeños pasos.

 · Evite la crítica.

· Anime cualquier intento, por pequeño que sea.

 · Confíe en el niño o la niña.

 · Enfóquese en lo que hace bien

· No le tenga lástima, no le deje rendirse.

· Enséñele habilidades, enséñele cómo hacerlo pero no lo haga por él o por ella

 · Anímele.

Referencias:

* Aldort, N. (2009). Aprender a educar sin gritos, amenazas, ni castigos. Madrid: Medici

* Carneros Revuelta, S. (2015). “Renovación Educativa: Propuesta urgente, real y práctica” Madrid: RIE.

 * Nelsen J. (2007). Como educar con firmeza y cariño. Madrid: Medici.

 * Siegel, D. J. y Payne Bryson, T. (2017). El cerebro del niño: 12 estrategias revolucionarias para cultivar la mente en desarrollo de tu hijo. Alba